¿Te has preguntado alguna vez si estás trabajando “sólo” por dinero? ¿Si puedes utilizar tú trabajo más allá de obtener una simple remuneración cada 30 días? ¿Crees que en el trabajo pueden encontrarse más satisfacciones que las que te da un simple sueldo, por alto que este sea?

Me encantaría que te hicieras estás preguntas y que, mucho más allá del momento actual o de la situación que estés viviendo pensarás en que podría serte útil tu trabajo más allá del simple hecho de pasar por caja (merecidamente) cada mes.

El trabajo supone en la mayoría de los casos más de un tercio de los mejores 40/60 años de nuestra vida. El tiempo, precisamente, es lo único que no podemos comprar ni podemos reponer una vez que lo hemos perdido. Mi recomendación para ti y para mi hoy es que hagamos de nuestro trabajo una obra de arte. Tengas el trabajo que tengas te voy a dar algún motivo por el que no debes malgastar el tiempo en tu trabajo por un simple puñado de euros. Me gustaría invitarte a hacer las cosas con una belleza extrema.

Sea cual sea tu papel en una empresa y el trabajo que en ella desarrolles tienes influencia directa sobre las demás personas de algún u otro modo. Por lo tanto, dependiendo de tu trabajo hay personas que están esperando ese servicio o producto para utilizarlo a su favor.  Si piensas en ellos, si piensas en todas esas personas que comerán tu paella, que pasearan por “tus limpias calles”, que gozarán de compartir eso que tu les has facilitado estarás empezando a tomar conciencia que nuestros trabajos van mucho más allá de nuestras manos o de nuestras decisiones. También van más allá de un sueldo. Nuestros trabajos influyen directamente en la felicidad de algunas personas.

Me gustaría que te hicieras esta pregunta: Si alguien te concediera el poder de inspirar a personas de tu entorno, facilitarles una vida mejor y hacerles, en la medida de lo posible, unas personas más felices…….¿Lo harías? ¿Aceptarías el reto? El trabajo nos brinda a todos esta gran oportunidad. La gran oportunidad de, a través de nuestro desempeño, hacerles la vida más fácil, más cómoda o más feliz a las personas que consumen nuestra labor cotidiana. Qué gozada llegar a pensar que cada día puedo influir positivamente en las demás personas desde ese lugar donde invierto tanto tiempo de mi vida. Desde el momento que pensamos así,  el tiempo no se convierte en tiempo perdido, sino en tiempo invertido.

Te daré otro motivo, más egoísta si quieres. Hacer tu trabajo lo mejor que sabes y pensando, no solo en el puñado de billetes, sino en el impacto que supondrá tu desempeño para algunas personas  te hará sentir abundante. Hará que te sientas más rico y más prospero. Una riqueza que va más allá del sueldo y de lo material. Te hará sentir importante y que tu vida y tu empleo, no solo tienen una retribución, sino que además tienen una misión y contribuyen a un mundo mejor. Hacer más feliz a cualquier persona quiere decir que esta persona, a su vez, hará las cosas de una mejor manera debido a su estado emocional ¿ves ahora la bola de nieve? Puedes sentirte tremendamente abundante trabajando y ofreciendo lo mejor de ti desde el puesto que cada día ocupas. Conviértete en un Picasso de tu trabajo, en un Michael Jordan de tu desempeño. Conviértete en lo mejor que puedas y contribuye al mundo desde tu pequeña gran parcela. Esto te hará sentir pleno y te dará la libertad de saber que estés donde estés, tu servicio al mundo, no solo a tu empresa, ha sido el que tu hubieras querido recibir siempre. ¿Hay algo más prospero que sentirse rico y pleno? Además no olvides que seguirás cobrando ese puñado de billetes por los cuales antes “solo trabajabas”.

Podrás llegar a tu casa y contarles a tus hijos, a tu esposa o a tus amigos que hoy alguien fue más feliz gracias a ti. De todos modos, de no ser así, tendrás que seguir invirtiendo más de un tercio de tu vida en el trabajo ¿Por qué no gastar ese tiempo a lo grande?

Aprovecha tanto tiempo para dejar un gran legado y las recompensas ya vienen de “serie”. No solo eso, sino que además, si tus aspiraciones personales, son encontrar un puesto de trabajo mejor, estás se multiplican exponencialmente. Te aseguro que muy pocas personas piensan de esta manera por lo que rápidamente destacarás sobre el resto.

No te dejes influir por las circunstancias, por el bajo salario, por la cantidad de horas y, ya que lo haces, hazlo de una manera excelente. Haz que tu trabajo y tú mismo no podáis pasar desapercibidos. La mayoría de las personas a las que leo y sigo habitualmente han forjado su éxito desde la actitud y no desde la aptitud. La aptitud es una competición de desempeño y no dependes solo de ti. La actitud te hará libre y eres tu su único dueño.

¿A qué esperas para ofrecer al mundo y a ti mismo lo mejor de ti? Empieza hoy mismo por tomar consciencia de cómo puedes hacer mejor las cosas y verás que, como por arte de magia, todo se vuelve más fácil. Verás como ya te habrás dejado de esforzar y que todo fluye. Y conocerás la verdadera plenitud.

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