Vivimos en una sociedad ultra-competitiva fruto de muchas cosas, pero sobretodo víctimas del miedo.

Las personas tienen miedo de que alguien les pueda quitar su sitio, robar “sus pertenencias”, ganar más, ser más reconocido, ganarse un mayor respeto y por eso dedicamos más esfuerzo a tumbar que a construir.

Este viejo paradigma esta cerca de su final ya que gracias a él y a vivir bajo esta visión de separación, el mundo tal y como lo conocemos, ha colapsado.

Han colapsado los pilares más importante, hasta este momento, del mundo tal y como lo conocemos. Ha colapsado la economía, la política, la religión e incluso la sociedad. Todo gracias a ese ego desmesurado fruto de un miedo que algunos se han encargado de forma magistral de que lo sintamos cada día en nuestras carnes, aún siendo este una mera ilusión.

Pero hoy solo quiero coger este hilo de la competitividad para advertirte de algo: “No dejes tus sueños en manos de nadie”.

Hacerlo en una sociedad como la actual puede llevarte a la frustración porque hay mucho mediocre por allí afuera suelto que no solo no va a querer colaborar jamás en tu crecimiento, tanto personal como profesional, sino que además gastará muchas de sus   limitadas energías en hacer lo posible para que tus sueños no se cumplan jamás.

Y lo hacen sin mala intención, no te creas. Simplemente ejecutan un patrón inconsciente para no quedar como alguien inferior o de menor categoría. Quién no entienden que todos estamos conectados entre si, tiende a tener este patrón de separación, el cual les hace competir en vez de co-opetir.

Por eso yo hace mucho tiempo decidí que soy y seré el arquitecto de mi presente y el constructor de mi destino.

¿Qué como se hace esto? Pues muy sencillo. Si quieres algo y no existe todavía la oportunidad ni la posibilidad, te lo creas y punto.

Hace ya algunos años que dedico mis energías y mi talento a inspirar a las personas a través de mis experiencias y mis conocimientos, los cuales “empaqueto” en forma de conferencias y formaciones.

En estos más de 5 años no llegan a los dedos de una mano las veces que me han invitado a dar una conferencia y mucho menos un curso. Y créeme cuando te digo que, a juzgar por los resultados, lo que hago no se me da mal, sino todo lo contrario.

¿Me sorprende? Si. ¿Pierdo mucho tiempo pensando en ello? No más de un solo. Sino más bien todo lo contrario. Centro mis energías, en vez de pensar en el “porque no a mí”, en crear las oportunidades que otros no ven en mí.

Y no por ello he dejado aparcado mi sueño, sino que, de nuevo, todo lo contrario. Si no ha habido posibilidades por los motivos que sea, me las he fabricado yo.

Si tienes un sueño debes hacerte responsable 100% de el y no esperar a que nada ni nadie te ayude a cumplirlo. Si ese alguien viene, pues bienvenido sea, pero sino viene, debes seguir y persistir hasta conseguir.

 Lo más sencillo es quedarse lamentándose un tu despacho o tirado en el sofá esperando esa llamada que jamás llegará a menos que no te reivindiques. Levántate y brilla hasta que seas irrechazable, cojones.

No dejes tus sueños en manos de otros porque sino ya dejan de ser tuyos. Cuando tus sueños ya no te pertenecen resulta mucho más difícil que se cumplan y tu talento no merece quedar escondido tras una simple ilusión ¿Me entiendes ahora?

 

¿Y si no te llaman?

¿Y si por cualquier motivo no encajas?

¿Y si no te conocen?

Pues haz que llamen, haz que seas imposible de omitir, se tan bueno que no puedas pasar desapercibido y hazte inolvidable. Todo depende de ti.

Pero no me jodas. No dejes esta frase como el típico eslogan “facebookero” de: “Todo depende de ti”. Si te creyeras esto de verdad ya lo habrías demostrado, de lo contrario es que no te lo acabas de creer.

Personalmente nunca espero nada externo, aunque si viene, lo cojo con AMOR porque debe ser alguna señal del Universo que me está brindando ayuda.

Pero si Dios te hizo con un poder ilimitado no es para que lo malgastes lamentándote o esperando que llegue esa puñetera llamada.

Las oportunidades aparecen cuando tu las atraes. Y hay muchas maneras de atraerlas pero, de la única manera que no atraerás ni un pimiento y donde no es posible hacer de imán es cuando vibras a una baja frecuencia fruto del miedo y del ego, esperando que alguien haga el trabajo por ti.

Deja ya de esperar y ponte manos a la obra, deja los pensamientos de “no soy suficiente” para otros que los quieran utilizar y creerse sus propias excusas pero no cometas tu este error.

El presente esta en tus manos y es el pasaje al mejor futuro jamás imaginado. Empieza a actuar ya y da valor a ese primer paso.

Busca tus motivaciones en forma de motivos, visualiza tu futuro deseado una y otra vez que suceda y ponte manos a la obra. Los sueños sin acción son una puñetera ilusión.

 

Amigo y amiga, tu haz tu parte del trato y el Universo hará lo que tu necesites.

 

Suerte en tu camino!!!!!

Leave a Reply