Enero de 2018, seguramente momentos de buenos propósitos y de grandes promesas. Ahora sólo falta esperar que el mes de Abril no sea de nuevo el mes de las grandes frustraciones y de las fuertes luchas internas y desesperaciones.

Y es que son fechas donde las personas parece que siempre queremos empezar nuevas etapas en aquellas áreas de nuestras vidas donde sabemos que podemos mejorar y además queremos hacerlo, pero:

¿Por qué nos cuesta tanto acabar convirtiendo esos buenos propósitos en realidades?

¿Porqué muchos de los propósitos se repiten año tras año?

¿Será que no los hemos cumplido y los pasamos a repetir curso?

 

Vamos a ver 3 tips sencillos para que cualquier persona pueda hacer realidad sus propósitos de forma muy sencilla y eficaz.

Llevo los últimos 6 años de mi vida acompañando a las personas a alcanzar sus objetivos lo cual ha convertido esta materia tan importante para nuestro día a día en una de las áreas donde puedo aportar mayor experiencia y mejores resultados.

Pero antes de conocer estos simples pero poderosos consejos déjame que hago una diferenciación, fundamental para mi, entre propósito e ilusión.

 

  • SUEÑOS SIN ACCIÓN = ILUSIÓN

 

  • SUEÑOS + ACCIÓN = PROPÓSITO

 

¿Te ha quedado claro ahora que necesitas, por lo menos, tomar acción? Ahora vamos a ver como tomar una acción enfocada e inteligente para que puedas alcanzar tus propósitos y que estos dejen de ser eternas ilusiones, como les ocurre a muchas personas.

Y no les ocurre porque no tengan buenas voluntades sino porque desconocen la psicología del éxito. Vamos con los 3 TIPS que, sin duda, te llevarán a tu objetivo:

 

1.- Motivación:

 

Ya hemos hablado de ello en más de una ocasión. Cuando alguien desiste en el intento y pasado un tiempo deja la acción enfocada hacia sus objetivos es porque se ha equivocado de motivación.

Equivocarse de motivación es equivocarse en el motivo por el cual tu decidiste tomar acción en busca de un objetivo. Déjame que te ponga un ejemplo para que lo entiendas perfectamente.

Cojamos un ejemplo muy común, como el de perder peso o empezar en el gimnasio. Los motivos por los cuales tu tomes acción pueden ser muchos pero debes asegurarte que eliges el que realmente para ti y no para los demás es el importante. Muchas personas se han convertido en auténticas especialistas en comprar propósitos de éxito ajenos.

Si eres una persona con una auto-estima sana, a la cual le importa más bien poco la imagen exterior pero que si está muy preocupada por su salud deberías tener claro que si tu motivación es la de “lucir” bello y precioso puede que desistas en el intento a la hora de empezar con tu plan alimenticio o arrancar con tu nuevo deporte. En cambio si tu motivación es estar más saludable, allí puede que hayas dado en el clavo ¿entiendes?

 

2.- Ten claro que harás y en quien te convertirás cuando lo consigas.

 

Tener claro el “para que” queremos nuestro objetivo y en quien nos convertiremos cuando lo alcancemos puede ser, de echo lo es, una de las fuentes de motivación más importantes.

Cierra los ojos, proyéctate a futuro e imagina que estarás haciendo cuando lo alcances. Como te sentirás y en que nueva persona te habrás convertido. Esta visualización repítela día tras día hasta que esa nueva imagen y ese sentimiento se incrusten tanto en ti que parezca que ya has logrado tu objetivo.

De esta forma no solo estarás condicionando tu mente hacia el éxito sino que todas tus acciones tomaran caminos diferentes. Es muy importante el matiz de “sentir como si ya lo hubieras conseguido” ya que sentirlo hará que tu emoción sea muy elevada. Y ya sabes que la emoción es lo que preceda a cualquier acción.

 

3.- Ten claro a quien beneficiará y que legado dejará tu objetivo.

 

Todos los seres humanos necesitamos sentir que somos útiles para otras personas, sobretodo las de nuestro entorno. Otra gran palanca de motivación. Por eso es muy importante que definas y, si puede ser, escribas en un papel como va a mejorar la vida de las personas que te rodean el que tu alcances tus objetivos.

Tómate tu tiempo en cada una de las 3 cuestiones anteriores. Tal vez sea más importante tener estos 3 conceptos claros antes de tomar acción que tomar acción y luego aclarar estos 3 conceptos sobre la marcha.

Para ello utiliza la regla de 80-20 y invierte el 80% de tu tiempo en pensar y definir estos 3 conceptos y el 20% en la ejecución. Los japoneses siempre dicen lo mismo: 80% pensar, 20% acción. En España muchos lo hacen a la inversa.

 

Bueno amigos y amigas, espero que estos consejos prácticos y muy útiles te sirvan para poder alcanzar tus metas con mayor facilidad. Así que ya sabes, antes de ponerte las zapatillas e ir al gimnasio, escribe y define cual es tu motivación, cual es tu para que y que legado quieres dejar con tu acción.

 

Feliz año.

 

 

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