Aunque no te lo creas tu entorno limitará mucho tus resultados. De forma inconsciente nos vamos convirtiendo a diario en aquello que conocemos y que nos resulta familiar.

Si no estás obteniendo los resultados deseados puede que uno de lo motivos sea tu entorno. Si algo cambió en mi y cambió mis resultados fue expandir mi entorno y conocer nuevas personas con nuevas maneras de hacer y de pensar.

Cuando te juntas con personas que mentalmente juegan en otra división, automáticamente tu te contagias de su energía y también de su forma de pensar. Aunque solo sea por el miedo primario a no sentirse aceptado, harás cosas distintas para parecerte a la tribu de aquellas personas que están junto a ti día tras día.

Pero esto puede resultar un arma de doble filo, es decir, puede ser tanto por el lado positivo como por el lado negativo.

¿Cuantas personas están atrapadas en las mismas decisiones simplemente porque no se atreven a tomar decisiones distintas? ¿Sabes, en muchos casos, porque no se atreven? Muy sencillo. Por no parecer distintas.

El precio del éxito y el precio de la grandeza es precisamente ser “distinto”. Si solo un 10% de las personas tienen éxito y tu quieres ser de ese grupo del 10% intrínsecamente tendrás que asumir que deberás ser de los “distintos”.

Ser de los distintos no tiene absolutamente nada malo, simplemente que no estamos entrenados para estar cómodos en ese grupo de gente. Ser de los “distintos” es simplemente atreverse a pensar diferente, a tomar decisiones que otros no tomarían, a tomar acciones inciertas y a esperar de cada acción resultados brillantes.

Piensa en grande y actúa en pequeño y si quieres parecerte a ese grupo de personas brillantes tendrás que estar dispuesto a pagar el precio que hay que pagar, que créeme, es simplemente el recibir algunas críticas de alguna de las mentes mediocres que andan sueltas como almas en pena fustigándose por no haber sido ellos los atrevidos a ser “distintos”.

Realmente, mi gran salto, fue así. Recuerdo perfectamente cuando empecé en el campo del desarrollo personal y profesional. Al ser todo una novedad pensaba que aquello era “el no va más”. Pero cuando investigue quienes eran los referentes y empecé a formarme con ellos vi que aquello era otra liga, vi que mentalmente jugaban en otra división.

Y para allá que me fui. A día de hoy sigo formándome con los mejores precisamente porque son distintos y quiero ser como ellos. Siempre guardando mi esencia pero quiero la vida que ellos llevan, quiero ser influyente en mi campo igual que lo son ellos, quiero impactar positivamente en la vida de otras personas al igual que lo hacen ellos y quiero obtener grandes resultados como lo hacen ellos.

Eso si, con los pies en el suelo y sabiendo quien soy y quien quiero ser y sobretodo sabiendo el precio que estoy dispuesto a pagar por ello.

No dejes que tu proyecto personal y profesional se estanque por el entorno que te rodea. Si quieres obtener resultados distintos estudia bien quien está en la situación que a ti te gustaría estar y quien pasó un día por donde tu has pasado y que te sirvan como modelo.

Júntate con ellos, fórmate a su lado, síguelos, pídeles consejo (te sorprendería ver lo accesibles que son) y después inteligentemente adáptalo todo a ti. Pero, tienes que saber, estar rodeado de grandes te hará grande.

Si algo tienen esa clase de personas es que piensan distinto. Piensan en grande. Juegan en otra liga a nivel mental. No te estoy diciendo que tu juegues en otra liga desde el primer momento pero para poderte inscribir en ella, en la Superliga, lo primero que tienes que hacer es empezar a pensar como piensan los grandes.

Te encontrarás, como me he encontrado yo, personas que no te entiendan o incluso antiguos “maestros” que cuando ya no bailes a su son dejen de prestarte atención. No importa, es parte del juego. Los grandes, los grandes de verdad estarán encantados de verte crecer. Eso es, precisamente los que les hace grandes.

Recuerda que la labor de un buen maestro no es crear discípulos sino es crear mejores maestro.

Leave a Reply