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agosto 2016

¿Caro o barato? Esa NO es la cuestión

By Desarrollo Profesional No Comments

Escribo este post a raíz de un artículo visto y leído ayer en prensa donde me llamo la atención que fuera un profesional del coaching y empresario del gremio que reclamara que los cursos de formación            para ser coach profesional deberían ser más baratos. Pero eso no fue todo lo que me llamó la atención ya que por otra parte en el mismo artículo se citaba la necesidad de contar con mano de obra cualificada.

Uno que ya lleva algunos años en esto y ve como cada día, como en muchos otros gremios, nacen coaches de debajo las piedras y con muy poca cualificación no puede más que sorprenderse de que un empresario del sector pudiera opinar así. Pero si algo he aprendido estos últimos años es que todos tenemos nuestras razones para opinar de determinada manera. Esta es una más y la respeto aunque no la comparto

Déjame que me explique: No digo que salgan coaches de debajo las piedras porque algunos seamos el “no va más”. Ni hablar. No van por allí los tiros. Pero alguien que sea o pretenda ser un profesional verdaderamente cualificado no puede pretender en una formación de 12 o 24 horas convertirse en una eminencia del sector. Por lo tanto, el tema no está en si es caro o barato, sino en el valor que te aporta la formación para que después tú te puedas dedicar con solvencia a la profesión. De no ser así, no será una profesión seria, ni siquiera la podremos calificar pronto de profesión. Que me temo es lo que ya está sucediendo cuando ofreces tus servicios como coach a cualquier empresa…….

Uno debe cobrar respecto al valor que aporta y a los problemas que soluciona y si cualquier profesional aporta mucho valor y soluciona grandes problemas querrá decir que sus servicios tiene un coste equitativo al valor que aporta o al problema que soluciona. Y a Dios gracias, ya que de lo contrario estaría desperdiciando su talento como profesional y a duras penas podría sobrevivir.

¿Qué está pasando en nuestro país (para no ir más lejos) con la venida de la llamada “crisis”? Pues simple: que gran parte dela mano de obra poco cualificada ha perdido su posición. Yo, personalmente, no conozco a ningún profesional que sea una eminencia en su sector que esté falto de trabajo. Y ¿Por qué? Seguramente por el valor que aporta y los problemas que soluciona. ¿Alguien cree que le ha salido gratis el “expertise” para poder aportar tanto valor?

Cuando Tony Robbins dice que cobra un millón de dólares por un proceso de 10 sesiones de desarrollo personal o empresarial con el ¿alguien cree que quien paga esa cantidad es tonto de remate? Me atrevo a decir que más bien lo contrario. ¿Alguien se puede atrever a preguntarle al Sr. Robbins cuánto dinero lleva invertida en su formación, aun a día de hoy, siendo el número 1 en lo que hace?

En los últimos años he ido creciendo como profesional y como persona a la par que iba realizando formaciones cada vez más “potentes” e “imponentes”. Muchas de ellas gastándome entre 4 y 6 mil euros en solo varios días ¿Quieres preguntarme si fueron caras o baratas? En muy pocos días más ya estaban amortizadas y mi “expertise” como profesional había subido, no solo su nivel,  sino la capacidad para cobrar más del triple de cuando  empecé. Y sigo diciendo que mis clientes de tonto tienen poco. Pagan porque saben que tendrán el retorno de esa inversión y seguramente multiplicado por 10. O esa es mi intención. Además los grandes profesionales están acostumbrados a trabajar por objetivos o con el 100% garantía de satisfacción por lo que están más que convencidos del valor que aportan. Si no aporta, no ganan. Es la ley del win-win.

Un coach o cualquier profesional que te solventa un problema o aporta un valor desconocido para ti en tu vida es, sin duda, una inversión y jamás un gasto. Pero es imposible invertir en personas poco cualificadas porque automáticamente tu dinero se convierte en gasto.

Con ello no quiero decir que todos los productos o servicios deban ser  “hi ticket” pero me niego a pensar que los cursos para formar buenos profesionales deban bajar su nivel y por tanto su nivel de inversión.

¿Qué queremos a la hora de contratar un producto o servicio? ¿Qué buscamos cuando vamos a consultar con un coach?

Personalmente he tenido personas con toda clase de situaciones por resolver. Si les preguntaras si volverían a invertir estando en esa misma situación te responderían afirmativamente. Es más, algunos de ellos, ahora pagarían el triple. Eso sí, por recibir el triple.

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¿TRABAJAS “SOLO” POR DINERO?

By Cosnciencia, Desarrollo Profesional No Comments

¿Te has preguntado alguna vez si estás trabajando “sólo” por dinero? ¿Si puedes utilizar tú trabajo más allá de obtener una simple remuneración cada 30 días? ¿Crees que en el trabajo pueden encontrarse más satisfacciones que las que te da un simple sueldo, por alto que este sea?

Me encantaría que te hicieras estás preguntas y que, mucho más allá del momento actual o de la situación que estés viviendo pensarás en que podría serte útil tu trabajo más allá del simple hecho de pasar por caja (merecidamente) cada mes.

El trabajo supone en la mayoría de los casos más de un tercio de los mejores 40/60 años de nuestra vida. El tiempo, precisamente, es lo único que no podemos comprar ni podemos reponer una vez que lo hemos perdido. Mi recomendación para ti y para mi hoy es que hagamos de nuestro trabajo una obra de arte. Tengas el trabajo que tengas te voy a dar algún motivo por el que no debes malgastar el tiempo en tu trabajo por un simple puñado de euros. Me gustaría invitarte a hacer las cosas con una belleza extrema.

Sea cual sea tu papel en una empresa y el trabajo que en ella desarrolles tienes influencia directa sobre las demás personas de algún u otro modo. Por lo tanto, dependiendo de tu trabajo hay personas que están esperando ese servicio o producto para utilizarlo a su favor.  Si piensas en ellos, si piensas en todas esas personas que comerán tu paella, que pasearan por “tus limpias calles”, que gozarán de compartir eso que tu les has facilitado estarás empezando a tomar conciencia que nuestros trabajos van mucho más allá de nuestras manos o de nuestras decisiones. También van más allá de un sueldo. Nuestros trabajos influyen directamente en la felicidad de algunas personas.

Me gustaría que te hicieras esta pregunta: Si alguien te concediera el poder de inspirar a personas de tu entorno, facilitarles una vida mejor y hacerles, en la medida de lo posible, unas personas más felices…….¿Lo harías? ¿Aceptarías el reto? El trabajo nos brinda a todos esta gran oportunidad. La gran oportunidad de, a través de nuestro desempeño, hacerles la vida más fácil, más cómoda o más feliz a las personas que consumen nuestra labor cotidiana. Qué gozada llegar a pensar que cada día puedo influir positivamente en las demás personas desde ese lugar donde invierto tanto tiempo de mi vida. Desde el momento que pensamos así,  el tiempo no se convierte en tiempo perdido, sino en tiempo invertido.

Te daré otro motivo, más egoísta si quieres. Hacer tu trabajo lo mejor que sabes y pensando, no solo en el puñado de billetes, sino en el impacto que supondrá tu desempeño para algunas personas  te hará sentir abundante. Hará que te sientas más rico y más prospero. Una riqueza que va más allá del sueldo y de lo material. Te hará sentir importante y que tu vida y tu empleo, no solo tienen una retribución, sino que además tienen una misión y contribuyen a un mundo mejor. Hacer más feliz a cualquier persona quiere decir que esta persona, a su vez, hará las cosas de una mejor manera debido a su estado emocional ¿ves ahora la bola de nieve? Puedes sentirte tremendamente abundante trabajando y ofreciendo lo mejor de ti desde el puesto que cada día ocupas. Conviértete en un Picasso de tu trabajo, en un Michael Jordan de tu desempeño. Conviértete en lo mejor que puedas y contribuye al mundo desde tu pequeña gran parcela. Esto te hará sentir pleno y te dará la libertad de saber que estés donde estés, tu servicio al mundo, no solo a tu empresa, ha sido el que tu hubieras querido recibir siempre. ¿Hay algo más prospero que sentirse rico y pleno? Además no olvides que seguirás cobrando ese puñado de billetes por los cuales antes “solo trabajabas”.

Podrás llegar a tu casa y contarles a tus hijos, a tu esposa o a tus amigos que hoy alguien fue más feliz gracias a ti. De todos modos, de no ser así, tendrás que seguir invirtiendo más de un tercio de tu vida en el trabajo ¿Por qué no gastar ese tiempo a lo grande?

Aprovecha tanto tiempo para dejar un gran legado y las recompensas ya vienen de “serie”. No solo eso, sino que además, si tus aspiraciones personales, son encontrar un puesto de trabajo mejor, estás se multiplican exponencialmente. Te aseguro que muy pocas personas piensan de esta manera por lo que rápidamente destacarás sobre el resto.

No te dejes influir por las circunstancias, por el bajo salario, por la cantidad de horas y, ya que lo haces, hazlo de una manera excelente. Haz que tu trabajo y tú mismo no podáis pasar desapercibidos. La mayoría de las personas a las que leo y sigo habitualmente han forjado su éxito desde la actitud y no desde la aptitud. La aptitud es una competición de desempeño y no dependes solo de ti. La actitud te hará libre y eres tu su único dueño.

¿A qué esperas para ofrecer al mundo y a ti mismo lo mejor de ti? Empieza hoy mismo por tomar consciencia de cómo puedes hacer mejor las cosas y verás que, como por arte de magia, todo se vuelve más fácil. Verás como ya te habrás dejado de esforzar y que todo fluye. Y conocerás la verdadera plenitud.

Estás donde mereces estar. Lo demás son excusas.

By Cosnciencia No Comments

Reflexionando sobre la situación actual  de muchas personas y lo enraizada que esta la queja y el pretexto en nuestra sociedad me doy cuenta de que hay varias Leyes Universales que aún no hemos entendido o bien, por comodidad y por miedo, no queremos entender.

Y es que, en la vida en general y en el mundo de la empresa en particular parece que aun no nos hemos dado cuenta de que todos estamos en el lugar que nos merecemos. Y es que la Ley de casusa-efecto parece pasar de puntillas alrededor nuestro y muchos no consiguen ni verla y mucho menos entenderla.

Si la Inteligencia Divina nos ha dotado de una arma poderosa esa es la capacidad de decisión. ¿Hasta aquí bien? ¿Esto si lo entendemos? Con esta capacidad de decisión hemos ido alejándonos de una serie de cosas y acercándonos a otras. Normalmente siempre decidimos movidos por nuestro sistema de valores y de creencias. Hasta aquí todo correcto.

Lo curioso es que el ser humano ha añadido a esta capacidad de decisión una terrible barrera protectora, causante de muchos de nuestros males, que es la excusa.

La excusa es la herramienta de los débiles y el vehículo con el que se mueven los cobardes. La excusa es la dejadez de funciones y de abstención de responsabilidades elevadas a su máximo exponente. Pero lo que más “me chirria” es que el mundo exterior está perfectamente montado y engrasado para que las personas seamos excusa andantes y vivamos en pretexto. Las palabras “pero”, “y si” y “es que” son muy buena muestra de ello.

La gran noticia es que las personas que utilizan mucho esta barrera protectora, tarde o temprano, acaban lamentándose por ello. La excusa es simplemente una herramienta para salir del paso, para crear compasión instantánea en el prójimo o para simplemente, eludir la responsabilidad de tus decisiones y las consecuencias de las mismas.

Cuando uno vive conscientemente y asume el bello reto de asumir la responsabilidad máxima en la vida abandona la excusa para siempre. Los que conocemos esto ya no tiramos balones fuera, ya no  miramos hacia otro lado y ya hemos dejado de culpar al prójimo por nuestros resultados. Y es que salir de la excusa es salir de la zona de confort. Y esto en muchas ocasiones escuece y es el camino menos fácil en primera instancia.

Ofrece siempre el máximo, trabaja como si estuvieras haciendo una obra de arte en cada pequeño gesto, y haz las cosas de tal manera que no puedas pasar desapercibido sea cual sea tu puesto, tu desempeño profesional o tu rol. Asume esa responsabilidad y verás como tus resultados cambiaran inevitablemente.

Hay demasiadas personas que han dejado de asumir este bello reto. Curiosamente suelen ser personas cuyas aspiraciones en la vida son quejarse de que su patrón o jefe gana más, de que su puesto está mal remunerado y de que la ley del mínimo esfuerzo es la adecuada cuando trabajas para otra persona.

La ley del mínimo esfuerzo trae, inevitablemente, mínimos resultados. Es la Ley de causa-efecto. Tal y como haces una cosa las haces todas. Deja de asociar cosas externas (sueldo, status, resultados) a lo interno (voluntad, perseverancia, excelencia). Tus resultados son la causa de tu nivel de excelencia y exigencia pero no influyen en el. Tú puede ser excelente  en cualquier trabajo y con cualquier retribución por pequeña que esta parezca ¿Lo entiendes? Lo demás vendrá solo.

Si haces las cosas bien, si haces las cosas como si fuera tu máxima contribución al mundo, los resultados tarde o temprano llegarán. Además estarás muy cerca del principio de la Ley de la Abundancia porque a la vez te sentirás pleno y darás sentido a tu vida. Es decir, estarás empezando a entender, como funciona la verdadera abundancia.

Pero que en este país seamos así también es la causa de muchas cosas. Es la causa de los subsidios de desempleo de años y años, es la causa de dejar elegir a alguien ir al paro porque le compensa más que trabajar o  dejarle decidir no trabajar en algo que no es lo suyo. Esta es la causa de no trabajar por incentivos, es la causa del “hecha la ley hecha la trampa”, es la causa de ¿te hago un parte de baja? y es la causa de no fomentar el verdadero liderazgo en la empresa. A priori hay picaresca en todo ello pero no es así. Quien utiliza estas armas se está hiriendo, inevitablemente, a él mismo.

Asume la responsabilidad de ser excelente, de dar lo mejor de ti. Asume ser el mejor coach, el mejor limpiador de calles, la mejor camarera de piso. De todas maneras, estás haciéndolo ¿no? Pues hazlo bien, cojones. Solo así las causas de esa excelencia darán sus frutos.

Y no me pongas más excusas porque te pondré mil ejemplos de personas con pocos o ningún recurso que ahora se han convertido en auténticos referentes y personas de éxito a nivel mundial. Ellos nunca pensaron en hacer “lo justo”. “Lo justo” ya no te alcanza amigo mío. Es lo fácil pero ya no alcanza.

La gran noticia es que todo depende de ti. Ahora bien, deberás asumir esa responsabilidad y decidir alinear el SER, el HACER y el TENER.

CUESTA LO MISMO «HACERLO MAL» QUE «HACERLO BIEN»

By Cosnciencia, Desarrollo Profesional No Comments

Hoy escribo este post una vez llegado de nuestro viaje familiar por tierras Andorranas. Lo que me empuja a escribirlo es, paradójicamente, nuestra estancia en el hotel, aunque el contenido del propio post puede extrapolarse a cualquier ámbito de nuestra vida, tanto personal como profesional.

Quiero ligar este post con el nivel de excelencia que nos exigimos a la hora de hacer lo que hacemos. Y es que cuesta lo mismo hacerlo mal que hacerlo bien.

 Son muchas las personas que desean la abundancia sin saber que cualquier cosa que obtenemos en el plano de lo físico y material es consecuencia de lo que somos por dentro. Y el nivel de excelencia que nos exigimos a la hora de llevar a cabo cualquier acción tiene mucha relación con la Ley de causa-efecto. Te explico:

Vengo de pasar 4 hermosos días con mi familia, practicando deporte, en plena montaña Andorrana  y en un hotel el cual, supongo que por deformación profesional, he observado mucho y NO me ha causado una   MUY BUENA impresión. Ello, como te dije, me ha empujado a escribir este post.

Cuando una empresa olvida los pequeños detalles ya te está diciendo mucho del ADN de la misma. Y con ello no estoy diciendo que viva o exista por encima de sus posibilidades e invierta cantidades de dinero que hagan peligrar su viabilidad. Esto sería totalmente irresponsable. Es algo mucho más sencillo.

Me estoy refiriendo que cuando una empresa, en este caso concreto “nuestro” hotel, tiene una categoría que él mismo ha solicitado y que alguien se la ha asignado debe estar a la altura. Insisto que no me refiero al   lujo, sino a la altura de su categoría y de sus posibilidades. Me explico:

No puede ser que un hotel de 4 estrellas de una comida a sus huéspedes que no es merecedora de ponerse en la boca. Cuesta lo mismo cocinar la pasta bien cocinada que mal cocinada. No digo que me sirvan pasta artesanal y hecha al momento pero si me gustaría que todas las personas se sintieran artesanas en lo que hacen y hacer lo que hagan como si estuvieran haciendo una verdadera obra de arte.

No puede ser que si en los folletos sale un gimnasio hermoso y bien cuidado no haya ni cuidado, ni hermosura sino más bien todo lo contrario. Incluso en muchos de los aparatos no había ni funcionamiento posible. No estoy diciendo con ello que tangan la mejor tecnología pero que si sean artistas del mantenimiento y que cuiden lo que tienen (que por otro lado es lo que les da de comer) como si cuidaran auténticas obras de arte.

¿Cuesta tanto? ¿Cuesta tanto al cocinero, a la personas de mantenimiento, al responsable del hotel y a la gestión directiva exigirse cada uno lo mejor de sí para el beneficio final del cliente y como consecuencia de ellos mismos?

Robin Sharma habla de ello en su libro “Líder sin cargo”. No hace falta cobrar mucho para hacer tu trabajo lo mejor que sepas. No hace falta tener los mejores recursos para mantener lo que tienes en buen estado. No hace falta ningún cargo para ser lo mejor que puedas ser.

La verdadera abundancia empieza en uno mismo. En irse a dormir cada día con la satisfacción de haber dado lo mejor de sí en cada acción que emprendemos. El dinero, el cargo y el reconocimiento serán solo la consecuencia.

Y no!!! No me vengas con la puñetera excusa de que no quieres hacer más para que otro se llene los bolsillos. Lo haces por ti. Solo por ti. Por tu satisfacción, por tu profesionalidad, por tu conciencia, por el legado que quieres dejar y porque tal y como haces una cosa las haces todas.

Déjame que te recuerde un pasaje: Haz siempre las cosas lo mejor que puedas hacerlas. Hazlas de tal manera que no pases desapercibido para sorpresa del respetable. Se brillante. Lo demás vendrá solo. Y te vendrá a ti.

En mi vida he fregado vasos, he sacado carbón de los barcos, he ido con una barredora a limpiar una carretera, he trabajado para mí y para otros y sé que gracias a lo que he hecho en todos los trabajos y, sobretodo, como lo he hecho jamás me faltará trabajo. Jamás!!!

La gran noticia es que es elección tuya.

 

Se feliz amigo!!